EL UNIVERSO OCULTO DEL HOMBRE









Evidentemente, desde la más remota antigüedad las culturas más alejadas han coincidido en atribuir a cada parte de nuestra anatomía su correspondencia con un elemento del mundo visible e invisible y en hacer de cada ser humano un microcosmos viviente, con capacidad de transformarse a sí mismo, a través de la interiorización o plano iniciático, expresión del real ser.

¿Somos realmente un universo en miniatura? ¿Guardamos en nosotros mismos las claves y el gran secreto de la Creación en su conjunto como sostienen en todas las tradiciones?

Microcosmos y macrocosmos, constituyen la ley de Unidad en torno al orden, equilibrio, evolución e inteligencia, sabiduría queridos hermanos, es usar la inteligencia en forma adecuada, en torno al bien absoluto, aquí, allá y acullá, instalados por siempre en la modalidad de la bondad, eludiendo las modalidades de la ignorancia y de la pasión. Cierto es que el libre albedrío solo existe en torno al bien absoluto, cierto es que el mago negro, el ateo, agnóstico y materialista, ciego en sí mismo, incapaz de reconocer su propia existencia, cargado de traumas, vicios e instintos torcidos y deformes, conforme a su personal evolución se destruye a sí mismo, pues con sus obras satánicas y daño a terceros construye su propia cárcel, averno y celdilla amarilla y negra, incluso en el campo astral, encarcelándose por sus actos, encarnación, tras encarnación y disponiéndose al dolor y al sufrimiento, expresión del karma adquirido.

El supremo sacerdote, o mago blanco, el curador cósmico, obrero de la última hora, luchador diamante, el ser luz violeta, el ser Cristos, encarna los arcanos de la transformación y vitalidad en sí mismo, con la fe de conciencia, la paciencia, la constancia y la perseverancia, incluida la práctica desinteresada, aquí, allá y acullá y de tal manera perpetua en la modalidad de la bondad, construyendo cielo para sí, proyectando el genuino amor, aquí, allá y acullá y sin esperar nada a cambio.

Nuestros principios esotéricos, (internos), evidentemente, capacitan a nuestros alumnos en América Latina, no para comercializar con la magia blanca, ni para vivir de ella, ni para creernos superiores a lo demás, deificándonos, sino para fortalecerlos como gladiadores del Espíritu en la nueva Era y milenio de acuario, ciclo de iluminación y sexo tántrico, constituyendo testigos del nuevo mundo y de la sublime era de rescate espiritual, que ya llegó, cielo y tierra pura y santa para el verdadero D.I.O.S. padre Madre, expresión de la política cósmica.

Envuelto en la más antigua de las luces, el viejo paño de lino, el hombre Universo (humano en evolución), evidentemente ha sido concebido y los Jardineros del Espacio intuidos por D.I.O.S. mismo se disponen a crear el mundo con cada parte de su cuerpo.

El niño y su cuerpo son, a la vez, el D.I.O.S. artesano y el hombre – Cosmos, increado, capaz de trascender y con cada una de sus partes se está estableciendo el propio mundo. ¡Él es el mundo! ¡Somos puro cosmos! ¡Energía viviente! Cierto es que el mito bíblico, sobre la creación del mundo y del hombre en siete días, y al hombre de una costilla de Adán, es una necedad, un mito religioso, fábula para niños.

¡Somos constructores del pensamiento proactivo y también de dogmas teocráticos por nuestra personal forma de pensar queridos discípulos, todo lo exterior, está primero en el interior y evidentemente el hombre no puede ser un mito religioso nada más, hijo del dios de Israel, el tal Jehová, Yahvé, el ángel caído, el hombre debe ser Hombre perfecto, para el verdadero D.I.O.S., diciéndole: ¡Adiós!, a los dogmas religiosos y a la teocracia de Estados Luciferinos y materialistas. Recordemos que todas las religiones externistas en torno al falso jesuitismo romano, son materialistas, utilitaristas, siervas del Becerro de oro, el dios plata, el dios dólar, el no ser, el no yo.

Para la autoliberación consciente del sí mismo en Estado de Hijos conscientes rendidos a los pies del Absoluto, el Unitodo, Jah Hovah, Yan Ying, Completo, el Todo D.I.O.S., es importante desprendernos de rótulos y marquillas pseudoreligiosas, vomitando todos los efectos de la era de Piscis, vomitando al hombre viejo, adámico y todo el viejo sistema de creencias. El ser humano no es letra que se expresa, somos alma que piensa y el pueblo elegido, es el plano de la devoción absoluta, suprema contemplación, compuesto por los devotos puros, los cristos de la tierra, todos ellos hombres no mente, impersonales, atemporales, ligeros de equipaje. La mente humana no es el alma y ya comprendimos que todas las religiones cristeras son mentales, ilusionismo y expresión de la forma, el materialismo dantero. El Universo y nosotros mismos, somos el resultado de un pensamiento amoroso del Todo D.I.O.S., mago precioso, mago divino, Amante, Amado, Supremo Constructor del universo, Sublime encuentro con la vida eterna que se manifiesta en Espíritu y forma, pues D.I.O.S. mismo es Vida, forma, pensamiento y el pensamiento es esencia, presencia, potencia y forma.

Desde el punto de vista mágico, el hombre es un holograma del propio Universo, un microcosmos consciente hecho a semejanza del Todo D.I.O.S. y de su Creación. Vale decir entonces que el Macrocosmos es el hombre gigantesco o Suprema personalidad del Infinito Gran Ser y evidentemente cada átomo quiere ser hombre y cada hombre quiere ser estrella y cada átomo individualizado en D.I.O.S., es un Cristo, cristal de amor, libre expresión del alma libre cristal, devota, rendida al Absoluto, fusionada con el Eterno.

En la mitología nórdica, queridos hermanos, evidentemente los dioses de antaño crearon el Universo conocido con los fragmentos del gigante Ymir, a quien históricamente dieron muerte. Con su carne hicieron la tierra, de su sangre, los mares y los ríos, sus huesos dieron origen a las montañas, los dientes, sus mandíbulas; otras partes duras son las piedras y guijarros, y su cráneo es la bóveda celeste, entre el cuerpo y cada parte del mundo físico. Los hindúes llaman Purusha al viejo gigante que fue ofrecido en sacrificio para crear el Universo. “El mismo Purusha es todo este universo, queridos discípulos, todo lo que ha sido y todo lo que será”. Incluso parecen haber sabido que el Universo se expande como afirma la teoría del Big – Bang, en la cual se manifestó la honda sonora que le dio origen a la materia, el Om de vida universal. Desde el punto de vista mítico él es también Señor de la inmortalidad, pues se expande al alimentarse”. También lo conciben como origen del tiempo y de los ciclos universales. Este hombre gigantesco que es nuestro Universo, es el mismo que la Cábala hebraica llama “Adam Kadmon”: el hombre primigenio. Sobre su figura inscriben el Otz Chiim, o “Árbol de la vida”, que lo contiene todo. Cada una de las partes del árbol se corresponde con una faceta del cosmos y con una parte de la anatomía del Adam. Sus frutos son las Sephiras o Sefirots, las vasijas por las cuales, a través de los cuatro mundos, es mantiene la luz divina que sostiene el Universo manifestado e inmanifestado.

Ustedes y yo, queridos hermanos, somos Hijos de las estrellas. Somos dioses hijos, de D.I.O.S. Padre Madre Jah Hovah, ¡Viajeros del cosmos, destinados a la perfección! No somos mito, leyenda, historia, construimos historia ahora, como gladiadores del Espíritu, levitando, levitando en vida con obras de amor, todas ellas para nuestro amoroso D.I.O.S.

Somos hijos de las estrellas; o quizá habría que decir que somos las propias estrellas. Así lo afirmo Orígenes, el dijo:: “Comprende hombre que eres otro mundo en pequeño y que en ti se hallan el Sol, la Luna y las estrellas. Para los egipcios, queridos hermanos, el hogar de los dioses era el cielo. Las grandes divinidades se identificaban con los astros más brillantes. Isis es Sirio, la estrella perro; Osiris, la constelación de Orión; y los mortales dignos de formar parte del cortejo de los dioses son otras tantas estrellas del firmamento. Las primeras representaciones del hombre como una estrella de cinco puntas, el pentagrama, proceden de Egipto, donde el gran maestro Jesucristo se educó en los misterios mayores, aprendiendo a contactar con los muertos. Los justos son astros que iluminan el cielo; los condenados son las estrellas invertidas, contraluces obligadas a vivir y caminar a la inversa.

Todos los cuerpos celestes están contenidos, simbólicamente, el en ser humano. Por eso, cada signo del zodíaco, cada planeta, tiene su correspondencia e influjo sobre una parte del cuerpo y el hecho de hablar de los zodiacos y de la astrología, no los aconseja para creer en los horóscopos que se inventa la prensa aquí, allá y acullá, ficción, mentira. Cierto es que los astros inclinan pero no obligan, la astrología y la numerología debe aplicarse en privado, diligenciada por expertos. Cada planeta está regido por un ángel planetario, ver y memorizar muy bien, la anterior oración para alejar a los malos espíritus, al comienzo de la presente enseñanza gnóstica y trascendental, sendero de iniciación espiritual hacia la cristorrealización íntima. La cabeza es el comienzo de todos los ciclos, la casa de Aries, identificada con la primavera. El verano está representado por Cáncer: “la puerta de los hombres” “La puerta de la vida” y se vincula al estómago, que corresponde al “nudo” de las emociones. El Otoño es el tiempo que se inicia con el paso del sol y la Libra, la balanza, y se asocia a los riñones. El último de todos los ciclos naturales, el invierno, es el dominio de Capricornio, la “puerta de los dioses”, “La puerta de la muerte”, cuya correspondencia son las rodillas, punto intermedio entre los pies (lo material) y el resto del cuerpo (el Universo invisible).

El ciclo se reinicia de nuevo en Aries, la cabeza; y de hecho, muchos filósofos, como Platón, afirman que el hombre primigenio es circular, esférico, y sus pies tocan su cabeza. Sobre su superficie, como si de un Zodíaco humano se tratara, circulan las diferentes energías y “substancias” del Cosmos representadas por los planetas. ¿No es ésa la misma postura que tiende a tomar el feto en el vientre de su madre?

Más intrigante resulta la visión de los maestros taoístas de la escuela Shang-Ch´ing. para esta corriente mística, emparentada con el milenario chamanismo chino, el hombre evidentemente, es tan vasto como el Universo, como éste, está poblado de dioses y demonios. Como eje central de todo el sistema, está la constelación de la “fanega”, la osa mayor, y la estrella polar, el punto “fijo” de la bóveda celeste. Para el iniciado la equivalencia es tal que la correcta contemplación del mundo interior guarda la clave oculta para poder viajar, en un estado de pura conciencia, a las regiones equivalentes del cielo profundo.

Somos el hábitat de dioses y demonios, expresión de energía positiva y negativa, fuerzas de diferentes signos sobre las cuales se sostiene el Universo y nos corresponde crear y conservar el equilibrio del sí mismo Cada ser Humano, es un imán, carga en sí mismo, una cola de espíritus, unos son de luz, positivos, otros son oscuros, negativos. Luz y oscuridad, atracción y repulsión, evidentemente son caras de la misma moneda: dos polos cuyo origen es el mismo. Curiosamente, todas las dicotomías de la física clásica, materia y energía, corpúsculo y onda, electromagnetismo positivo o negativo, han resultado ser el mismo ente que se manifiesta de una forma u otra, queridos hermanos. Las dos formas diferentes de expresión de esa misma realidad se expresan en el hombre – universo con sus dos costados simétricos, la dos columnas del Árbol de la Vida cabalístico, cuya esencia común es el pilar central, que se corresponde con la columna vertebral del hombre, la vara del caduceo de Hermes, a cuyo alrededor se enroscan las dos serpientes simétricas, dos formas aparentes de una única fuerza que los hindúes representaban como Kundalini: la serpiente dormida que se enrosca en la base de la columna vertebral. La polaridad se expresa asimismo en los ojos, el Sol y la Luna del hombre; o en su hemisferio cerebral izquierdo, que corresponde a la esfera de Chokmah en el Árbol de la vida, y a la cual se da también, el nombre de Abba, “Padre”, y el hemisferio derecho, el lugar de la esfera de Viña, también llamada AIMA, “Madre”. El origen de ambas fuerzas se representa a menudo con el Hermafrodita, simbolizado por la glándula pineal, conocida como el “tercer ojo” de hindúes y budistas y que no es un ojo, solo la visión interna, el ojo del espíritu, el perfecto y completo discernimiento cuatridimensional, espacial, solar. Muchos dioses míticos y dizque creadores poseen está característica, como el Zurván de los iranios, padre y madre a la vez de Ahura Mazda, el D.I.O.S. de la luz, y de Arriman, el Señor de las tinieblas. El ser humano, según la mayoría de los mitos de antaño, hecho “a imagen y semejanza” de su participador, era hermafrodita al principio de los tiempos. Platón lo describe como esférico, con dos caras y ambos sexos, recordémoslo. Su fuerza era tal que el propio Zeus lo partió en dos para debilitarlo. Desde entonces, las dos mitades – masculina y femenina -, se buscan de diferentes maneras. El yin y el yang, son fuerzas que es necesario equilibrar queridos hermanos, para la autocomprensión del sí mismo, evitando los extremos. D.I.O.S. es Yin y Yang. D.I.O.S. y Diosa. Espíritu - forma- pensamiento, Jah Hovah. Entre los cabalistas y pensadores judíos se encuentra la misma idea. Para Maimónides, “Adán y Eva fueron creados juntos, unidos espalda contra espalda”. Y para algunos autores cristianos incluso la bíblica “costilla” y mito religioso respecto a la creación de Adán debería haberse traducido como “costado”, porque ambos sexos nacieron de las mitades de un ser andrógino”.

En el Andrógino se expresa la dualidad esencia – substancia, materia – energía. Esa misma polaridad está presente en el esqueleto del hombre – cosmos. Lo sólido, el elemento tierra, es el armazón material del Universo: Los “huesos” del mundo. Tras ese armazón duro se encuentra la fuerza que lo anima: su médula. Por eso, el esqueleto no representa sólo a la muerte, sino al principio de la regeneración. El chamán contempla, durante su iniciación estática, cómo su carne es desgarrada entre intensos dolores, hasta que es despojado de todo lo perecedero y queda reducido literalmente a un esqueleto, a partir del cual nace un organismo nuevo. Muchos pueblos cazadores exponen a los elementos las osamentas de los animales cazados, convencidos de que la especie se regenera a sí misma.

Pero si los huesos son materia – energía, los dientes son espacio – tiempo. La costumbre de ensartar dientes en forma de collar no es sino un símbolo de la cadena de los acontecimientos. Son asimismo símbolos de las estrellas, y a nivel atmosférico se les asimila al granizo, mientras que desde el punto de vista terrestre son las piedras y las rocas. Los colmillos representan además a las fuerzas complementarias del Universo y de hecho en los Vedas se les llama “padre” y “madre”. Las “muelas del juicio” a su vez se consideran uno de los asientos de la inteligencia.

Los antiguos bardos irlandeses practicaban una forma de adivinación y de composición poética que incluía morder el pulgar con las muelas del juicio, lo que quiere decir es que los dientes participan del simbolismo del cráneo, la bóveda celeste y de la cabeza, símbolo a su vez del Sol, cuyos rayos son los cabellos. Para los cabalistas, en el Adam Kadmon cada uno representa un canal a través del que se desplazan hacia el resto del Universo las fuerzas superiores de la divinidad. La importancia del pelo en algunas culturas, como por ejemplo entre os francos y los godos, era tal que un rey no podía gobernar si perdía la cabellera.

Evidentemente, queridos discípulos de América, “el padre protege al hijo hasta donde este se deje proteger”. Es la razón, por la cual la esencia, microcosmos, la parte, nuestro Cristo o divinidad, la inteligencia superior del Yo real, interno, plenamente identificada, debe buscar en sí mismo, la fuente, Macrocosmos o ley de Unidad y perfecta armonía con el universo, manifestándose en estado de Hijo, perfecto para D.I.O.S. La genuina fusión con D.I.O.S. Padre Madre, a través del camino interno o luz interior, la cristorrealización íntima, nos ubica en la perfecta armonía con el universo manifiesto e inmanifiesto, puesto que el Universo entero se arrodilla ante aquello que llamamos amor. El D.I.O.S. interno, es la moralidad de aquellos que buscan la victoria, el silencio de las cosas secretas y la sabiduría de los buscadores de sabiduría, aquí, allá y acullá. Recordemos que Cristos, existen miles en el universo, arriba, abajo, abajo, arriba.

D.I.O.S. Padre Madre, como Espíritu y naturaleza, levanta a su hijo, lo alimenta y lo acuesta.
El hijo vive su mundo alegremente y muchos de ellos, creen que la tierra o el externismo seudocultural, el espejismo, lo son todos, pues equivocadamente buscan hacia fuera y se sumergen inconscientemente en el mundo de la ilusión, la forma. La nada, el no ser. Le interesa todo, le fascina todo y en la mayoría de los casos, se deja llevar por la ilusión, por el espejismo que lo separa de lo real, mientras que el Ser espiritual le comenta todo al padre que es Todo para él y aprende a dialogar con la voz del Silencio vislumbrando al eternidad, pues el Silencio, es lo más cerca que podemos estar del verdadero D.I.O.S. y en el silencio contacta con las energías intraterrenas y extraplanetarias.

En el D.I.O.S. de la vida, forma y pensamiento, el iniciado se repliega ante cualquier circunstancia adversa buscando protección divina, muy a pesar de que desde niño el momento fisiológico donde el Timo que controla los caracteres sexuales del niño, le han atrofiado y desde entonces el interés y la atención de este se polarizo hacia el sexo opuesto y vive en función de ello, evidentemente es la ciencia gnóstica y trascendental quien le enseña a guardar para sí con sabiduría, la semilla, el semen, perfeccionándose poco a poco para D.I.O.S., en la marcha de regreso a la Casa primaria, nuestra casa original, constituidos en átomos inteligentes al servicio del Unitodo.

La voz del supremo cielo, comentará resignado: “Ahora él es como uno de nosotros sabiendo del bien y del mal. pero, tendrá que trabajar para subsistir por sí mismo, sufrir el dolor si no hace bien su elección, pero madurará y será responsable de sus propios actos. Nosotros los Ángeles planetarios o cristos de la tierra, los luchadores diamante y obreros de la última hora, le daremos un consejo de cuando en cuando siempre y cuando nos lo pida...”

LA MADRE NATURALEZA, evidentemente PROTEGE AL HOMBRE HASTA DONDE ESTE SE DEJA PROTEGER. Y se protege a sí misma, como también es protegida por los alienígenas Alfa, evidentemente ella protege mucho más a quien aprende a contactar con ella a través del uso adecuado de los Elementos.

Al igual que el Padre, la Naturaleza despierta al hombre con la aurora del Sol, y lo acuesta con el crepúsculo, lo alimenta mediante ese gran biberón que son los vegetales los cuales le proporciona también oxígeno, medicina, vivienda, transporte, comunicación (desde el tambor de los primitivos al papel de periódico actual).

Pero la naturaleza tampoco pudo impedir que el hombre comiera del árbol no recomendable, y podríamos decir que no le quedó más remedio que lanzar un suspiro y decir:

“Ahora el hombre es como nosotros sabiendo del bien y del mal...”

Pero la naturaleza tiene una acción matemática, traducido en diversos ciclos que hacen posible la vida misma, queridos compatriotas de América.

El hombre también es matemático, lo que le permitió poner pié en la Luna con toda precisión, pero en la Tierra, con mucha frecuencia, el Hombre pone el pié donde no debe.

Cuando el Sol se está ocultando, las aves buscando el lugar acostumbrado para dormir, el hombre se está preparando para asistir a una reunión social, una junta de negocios o estudios nocturnos, porque el hombre gracias a su ciencia y técnica ha transformado la noche en día aplanando y convirtiendo en una línea lo que la naturaleza le ofrece como una onda armónica de día – noche.

¡La verdad os hará libres!

Es la grandiosa a frase pronunciada por alguien que también dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

Ese gran terapeuta que es nada menos que Jesús el Cristo extiende así una gran receta para la salud humana.

El conocimiento de sí mismo como parte de la Verdad, el ser y el saber, la razón objetiva, la voz de nuestro Cristo Interno o inteligencia superior del Yo real, naturalmente libra al hombre de imágenes falsas, de tensiones y temores por alberga en su alma a un desconocido.
La noción de un universo con su impresionante grandeza despierta en el hombre la capacidad de maravillarse ante lo grandioso o y olvidarse de las pequeñeces de su vida cotidiana, que con frecuencia suelen deprimirlo…

El estudio de la tierra que pisa, que lo alberga y el aprecio y reconocimiento de sus bondades, transforma al hombre en alma de la tierra para hacer de ella un paraíso sin necesidad de buscarlo en otras latitudes, queridos hermanos.

El tetragrama I. E. V. E. aparece en la Biblia transformado por el exoterismo en Jehová (Hombre, toditico el, un personaje de tercera categoría, celoso y terrorista, aquel el dios de Israel de origen babilónico, que inspiro a los hombres de antaño e impuso Moisés con la ley judaizante con los agregados literalistas del clericalismo mundial a los diez mandamientos originales de la ley natural y de conservación, copiándole a las leyes del viejo código de Hamurabi 1.750 años a.C. saliendo así, como los hebreos de Egipto, del politeísmo egipcio al monoteísmo de ese Yahvé, el ángel caído del Antiguo Testamento, celoso, despótico, cruel y guerrero, con el cual se coloniza, educa y dogmatiza a los cristianos judaizantes en este planeta, que aún creen sin saber y le copia al biblismo judaizante, necio, repetitivo, apóstata y pagano), adorando a Yahvé, Jehová, el dios pagano de la sionista Israel Cierto es que a los diez mandamientos originales de la ley de D.I.O.S. Jah Hovah, se le agregó la sentencia literalista del falso dios Jehová, el teocrático dios del imperialismo Israelí, sionismo internacional o clericalismo apóstata que controla la tierra a través de la masonería mundial beta, luciferina con las 24 actas de los protocolos de Sión.

En letras del alfabeto hebreo está expresado como YOD HE VAW HE.

Los Cabalistas representan este tetragrama en forma de un triángulo central en medio de un círculo.

El triángulo está formado por tres puntos o tres Yods que son potencias del D.I.O.S. manifestado: YOD HE VAW.

Indudablemente que el verdadero D.I.O.S. Jah Hovah, impersonal, tendrá que ser reconocido por sus manifestaciones, queridos hermanos.

En la actualidad, con los conocimientos físico – químicos que el hombre posee, esas manifestaciones pueden ser mejor apreciadas en el santuario de la propia naturaleza.

Todos somos testigos y usuarios de un milagro cotidiano que permite la vida en la tierra: el fenómeno de la foto – síntesis. El fenómeno de la foto – síntesis que se realiza en la célula vegetal coloca al vegetal mismo como intermediario energético entre el Sol que facilita la energía y las células del animal y del Hombre que la utiliza.

Por lo tanto, son tres puntos tres potencias a considerar:


El sol, emisor de energía = potencia yod.
La célula vegetal que transmuta esta energía lumínica en energía química y la condensa en frutos = Potencia He.

La célula animal y humana que libera la energía contenida en los frutos vegetales = Potencia Vaw.

Veamos ahora algunos mantras para practicar, intercambiando con las posiciones de las runas cuyo significado encontrarán más adelante.

A – KA – SA – MARA – TSA – SHEN – MARA – YA – PHE.

Este Mantram, queridos discípulos de la magia amorosa, significa el nombre de D.I.O.S. Jah Hovah en un antiguo idioma Tibetano.

AUM (om) TADME – TADME. HUM (gom).

Este Mantram ofrece una extraordinaria protección.

RAMA – RAMA.

En el Mantram para adquirir las mejores vibraciones para el desarrollo y fuerza interior y espiritual, era pronunciado todo el día por un gran hombre MAHATMA GANDHI.

AUM – SHA – RA – I – NAD – BINDU – SHRIM – LAKSHMI.

Los tres estados primarios de la meditación o las tres fases primarias de la conciencia están representados en las tres letras del Mantram.

A. Se debe pronunciar pensando en el momento de la vigilia, o duermevela (entredormido).

U. Significa la transacción o el momento en que el espíritu sale del cuerpo.

M. Significa el estado del cuerpo cuando ya está dormido y al mismo tiempo que el estado de conciencia despierta en la cuarta dimensión.

SHA. Significa el estado de Mahalasmi, o sea, el estado más elevado de la bondad de D.I.O.S. representado en la Madre Divina. Toda la misericordia de D.I.O.S.

I. Significa la satisfacción de recibir las bondades de D.I.O.S.

HAD. Es la representación verbal de la manifestación de D.I.O.S. Jah Hovah, como Supremo legislador del Universo.

BINDU. Significa la vibración de la munificencia de D.I.O.S. y su bondad para disolver el sufrimiento.
Las dos palabras siguientes hay que pronunciarlas después de hacer silencio, llevando nuestros sentimientos de amor, de generosidad y de bondad a nuestro corazón.

SHRIM. Cierra el Mantram y lo recoge con toda su fuerza.

LAKSHMI. Significa el nombre de la Madre Divina que invoca toda la Misericordia de D.I.O.S. Jah Hovah.

Cuando se haya comprendido el significado de esta palabra, se puede pronunciar el Mantram un poco más rápido.

NOTA: Las palabras correctas son: PADME TADME Y MANTRAM.

PERO… ¿QUÉ ES LA VERDAD?

La verdad, es la gran incógnita, es la gran X algebraica, la eterna pregunta que se formularon y se formulan los hombres que justamente alcanzaron la facultad de razonar y con ella buscar el sentido de la vida misma.
Ante esta pregunta, la respuesta que resonaba en los Santuarios de Tebas era:
I.E.V.E.

La palabra I. E. V. E. nos señala la presencia de la gran X; la gran incógnita.

Para resolver esta incógnita, se hace necesario el conocimiento de las Ciencias Teogónicas, Cosmogónicas, Androgónicas y Fisiogónicas con el fin de establecer una correlación entre D.I.O.S. Jah Hovah, el Universo, el Hombre y la Tierra, pero evidentemente la verdad, es una experiencia en sí mismo y se expresa con nuestra personal fusión con D.I.O.S. a través del camino interno, proceso en el cual se contacta con la voz del silencio mediante la cristorrealización personal y se comprende que D.I.O.S. es un Espíritu, vibración inteligente capaz de abarcar a sus hijos, vistiéndolos con el éxtasis, la contemplación y la devoción.

El establecimiento de esta correlación que es el fruto de estudios, investigaciones, observación, impregnado de sentimiento, no sólo de curiosidad, puede transformar esta gran X en una Gran Cruz proyectada en la conducta del sujeto que fórmula la pregunta. Es decir, no sólo saber o explicar teóricamente el concepto de la Verdad sino ser la Verdad misma y la existencia y firmeza del yo Superior, nuestro Cristo Interno, el Íntimo Ser, nuestro Padre que está en secreto.

INTELIGENCIA HUMANA.

INTELIGENCIA UNIVERSAL

La definición del hombre como “Síntesis biológica de la inteligencia Universal” es una expresión justa que podemos entender en toda su magnitud partiendo del sentido o definición que podemos darle a la palabra inteligencia, amadísimos hermanos.

La inteligencia humana no ha sido definida, hasta el momento, con precisión, hasta le punto que se dice que: “La inteligencia es lo que se mide con los tests”.

“Eso que mide el test”, sin embargo, no garantiza la dirección que ha de tomar la inteligencia humana que es capaz de resolver problemas, tomar iniciativas, hacer creaciones, porque ello está relacionado a las motivaciones que tenga el hombre en la vida. En síntesis: el interés que pueda tener el ser humano por lo transitorio o lo eterno.

La vida como experiencia transitoria, la existencia como experiencia de lo eterno. La vida como satisfacción de necesidades impuesto por nuestro sistema nervioso periférico que se transforma en órganos de los sentidos que nos comunica con el mundo exterior cuya información es revertido a nuestro mundo emocional o sistema límbico (expresión neuro-fisiológica) para traducirse en una gama de sensaciones que con frecuencia se expresan en lágrimas, dolor y sangre.

“El mundo de la sensación es el mundo de las lágrimas del dolor y de la sangre y la mística de sangre, el culto a los muertos, las iglesias sombre osamentas, el dogma del cordero degollado como el dios crucificado por la ignorancia del hombre conducen a ello”.

Un mundo externo agitado donde el éxito, la fama, la dignidad es buscada afanosamente en franco contraste con aquel mundo interno que el hombre encuentra al silenciar sus sentidos en el acto de la meditación trascendental.

Un mundo interno de comunión en contraste con un mundo externo de comunidad.

La inteligencia el hombre que medita puede presentársenos como una tri-unidad reveladora.

IN – TELE – GEN

IN, podría interpretarse como la mirada interior.

TELE = distancia.

GEN = Origen.

Ordenando estos fragmentos en una sola frase.

La mirada interior que salva la distancia que nos separa de nuestro origen.

Un origen que empieza a ser entendido a plenitud por rayos de Verdad, Bondad y Belleza que se aprecia en el acto de la creación, gozoso, cuando cada cual comprende que su Cristo Interno, la voz del íntimo, es la inteligencia superior del Yo real, que le otorga pleno discernimiento al alma humana que trasciende liberándose de cadenas y falsos conceptos antihumanitaristas y egocéntricos.

La Verdad de un universo que se empieza a descubrir como un conjunto de fenómenos físico – químicos, básicamente. La bondad manifestada en la continua asistencia cósmica para el sostenimiento de la vida y la belleza presente en la arquitectura de los cristales hacia las formas superiores de vida.

HE AQUÍ EL HOMBRE ES COMO UNO DE VOSOTROS

El Padre, Espíritu Supremo, Jah Hovah, protege al hijo hasta donde este se deje proteger.

La Madre, la naturaleza, protege al hombre hasta donde este se deje proteger.

Kundalini, atiende al llamado de sus hijos.

D.I.O.S., Espíritu y Naturaleza, Reiki Celestial, protegió a su Hijo, increado a su imagen y semejanza, hasta donde pudo, sin quitarle la libertad de elegir. Todos los hombres, partes vivientes del Unitodo, somos iguales ante D.I.O.S., nos diferenciamos sólo por el Conocimiento y D.I.O.S. no tiene preferencias con nadie. D.I.O.S. no premia, ni castiga.

D.I.O.S. no puso protección al árbol prohibido…

El sólo dijo: “Del árbol de la ciencia del Bien y del mal no comerás, porque el día que de el comieras, morirás”.

Pero la curiosidad es más grande que cualquier aviso. De allí que cualquier hombre común, no resista la tentación de pasarle el dedo a una pared recién pintada que tenga un cartel que diga:

CUIDADO
PINTURA FRESCA.

Realmente la serpiente tentadora de que habla la Biblia hubiera perdido su prestigio de astuta, sino hubiera existido la curiosidad en la parte afectada. Pero la curiosidad, queridos hermanos, tiene un precio que hay que pagar de acuerdo a la advertencia establecida.

“Morirás, Sufrirás el dolor y Trabajarás”.

Fueron, las sentencias divinas al percibir D.I.O.S. el acto de la desobediencia del hombre carnal, adámico.

Pero D.I.O.S. dijo también:

“He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo del bien y del mal; ahora, pues, que no alargue su mano y tome también del árbol de la vida, y como y viva para siempre”.

Génesis III – 2.

D.I.O.S. reconoce así el poder en el Hombre, encuadrado dentro de las limitaciones que le imponen los cuatro elementos que hacen posible la vida misma.

El Fuego.

El Agua.

El Aire.

La Tierra.

El hombre no puede prescindir de alguno de estos elementos para poder vivir, por lo tanto se hizo mortal, ignorante, pero inteligente, con capacidad para cambiar, transformándose, pero, su poder se manifiesta al surcar los mares y el aire sin ser pez ni ave, creando para el efecto, peces y aves mecánicas.

El hombre prolonga sus sentidos en artefactos mecánicos que le permiten comunicarse a distancia mediante imágenes y sonidos.

Ha creado computadoras que son el remedio de su propio cerebro, y con ellas ya se ha lanzado a la conquista del espacio; todo ello gracias a su ciencia y su técnica que son la extensión de su cerebro y sus manos.

Ciertamente, el egoHombre que comió el árbol de la ciencia del bien y del mal, tiene un poder material reconocido por D.I.O.S. mismo, pero un poder material establecido a plazo fijo y sin prórrogas, cuando la cuerda biológica se le acabe.

Los números en su lenguaje simbólico nos pueden confirmar este poder material del hombre, queridos hermanos.

Las seis puntas de la estrella representación material anatómica del hombre, más los cuatro elementos en los cuales está sumergido, nos da un valor de diez.

El número diez es el símbolo de la fijación de una dirección determinada en el TODO.

Es la expresión dinámica de la unidad material por que el número 10 resultó de la suma de números pares que representan la materia y con los diez mandamientos originales, controlamos los efectos nocivos del materialismo, usando la materia, para el crecimiento del alma eterna que trasciende.

Podemos sumar también el número de los versículos 6 y 22 correspondientes al Génesis III, donde la pareja Adán y Eva comen del árbol prohibido (Versículo 6) y donde D.I.O.S. les reconoce un poder pero les precisa su mortalidad también (Versículo 22) y volvemos a obtener el número 10 con base a la suma de números pares. Diez dedos tenemos en la mano derecha e izquierda, expresión de los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, lo positivo y lo negativo, lo espiritual y lo material.


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