CONOCIMIENTO DEL SER EN PROFUNDIDAD - MENSAJE DEL MAESTRO SAINT GERMAIN






INTRODUCCIÓN

Muchos de los conceptos que se traduzcan en palabras, habrá que meditarlos separadamente, volver a ellos, repasar las palabras una y otra vez para que abran camino en el interior.

Daremos una instrucción sencilla, que abra rutas de un nuevo camino, que abra atajos para llegar más rápidamente a lo que tanto desean: a ese despertar.

¿QUÉ ES UN SER?

Es una esencia, una partícula sin color, sin forma, sin tamaño, una partícula de energía con capacidad increíblemente grande. Posiblemente hayan oído hablar, en la física nuclear, de la conjunción de átomos o moléculas, o partículas elementales. Cuando se logra una compactación de esas partículas, el poder latente de ese conglomerado es enorme; de hecho cuando se bombardea ese núcleo, se genera una energía increíblemente grande con capacidad casi ilimitada. Aunque el ejemplo es un poco tosco es bueno para empezar a inspirar lo que es el ser, ese infinitesimal núcleo que tiene condensada a toda la fuerza de Dios, que tiene toda la capacidad de sus atributos, contiene toda la sabiduría y todo el conocimiento, toda la fuerza y todo el amor, toda la comprensión y toda la habilidad para hacer y deshacer, es el ser original y único.

¿Y QUÉ SERA EL CONOCIMIENTO DEL SER?

Conocer es una palabra con mucho mayor significado que el que usualmente se trabaja entre los humanos, conocer es:

Primero : saber de qué se trata un concepto.

Segundo : buscar sus cualidades, sus atributos, sus alcances.

Tercero : analizar los posibles componentes.

Cuarto : sintetizar en breves palabras lo que ese concepto nos ha enseñado.

Conocer es sumergirse en el concepto que estamos estudiando, es explorar, es escudriñar, es buscar hasta en los escondrijos más apartados, todo aquello que constituye ese concepto; eso es conocer un concepto, estudiarlo por fuera y por dentro, sumergirse en él, hacerse uno con él.

Se puede hacer esta pregunta: ¿Si yo fuera ese concepto cómo sería?, ¿cómo actuaría? y entonces, una luz más grande ilumina desde otro punto de vista, lo que es ese concepto. Eso es conocer a través de uno mismo, es una forma de introyectar el concepto dentro de sí mismo, o también de tratar de meterse dentro del concepto.

Así que conocer no es solamente leer por encima algo, como cuando toman el periódico y leen un encabezado, y luego otro y luego otro; y cuando dejan el periódico sobre la mesa, realmente no pueden repetir todos los enunciados que leyeron, todos los títulos que leyeron, porque fue una lectura superficial, eso no es conocer, ni siquiera es saber de qué se trata. Conocer es profundizar hasta donde ya no se pueda más, por las limitaciones humanas, el conocimiento en cada momento se nos pone delante.

Empezaremos juntos un camino del conocimiento del ser. Sería muy conveniente que después de cada capítulo, puedan escribir en no más de 10 renglones un resumen o una síntesis de lo que leyeron, también pueden escribir las ideas que lleguen a su mente relacionadas con la lección que acaban de leer, para que en ningún momento se sientan tensionados por el ejercicio. Eso va a tener una finalidad, posiblemente nazcan preguntas al tratar de hacer su resumen y de una manera u otra serán respondidas, ya sea en sus meditaciones personales o en las siguientes lecciones que aquí daremos. Es un pequeño trabajo, no más de 10 renglones, el día que ustedes gusten.

LA TÉCNICA DEL CONOCIMIENTO

Voy a poner un ejemplo de lo que es conocer, porque para penetrar en las profundidades del ser, necesitamos afilar las herramientas que nos van a conducir a ese estudio.

Vamos a conocer una flor.

Imaginen que tienen una flor en sus manos, o consigan una de cualquier color, de cualquier forma, de cualquier familia. Vamos a hacer un pequeño ejercicio para conocer esta flor. No se trata de recordar propiamente las clases de Botánica o Biología que han estudiado, no se trata de investigar de cuántas partes se compone la flor. Se trata de penetrar en ella. Sigan mis instrucciones por favor.
Siéntanse la flor.

Pongan esa flor entre sus manos y siéntanse sus pétalos, son uno de los pétalos de esa flor, no es difícil, pueden hacerlo, tienen la capacidad para ello; siéntanse un pétalo de la flor. Observen su forma, vean cómo son, sientan su perfume, como son un pétalo ya no lo pueden oler con su nariz, lo van a percibir por toda la extensión de la cara anterior y posterior del pétalo, sientan el perfume, sientan la suavidad, sientan esa pequeña gota de rocío que está en el entronque del pétalo con el cáliz de la flor, siéntanse suaves, aterciopelados, siéntanse húmedos, acariciables, siéntanse atractivos con lo humano; porque todas estas cualidades las poseen las flores para atraer a otros seres vivos; siéntanse, pues, atrayentes, siéntanse disponibles, disfruten de ser pétalo.

Siéntanse ahora los estambres de la flor, estambres o pistilos, lo que prefieran, órganos minúsculos con importantes funciones biológicas; siéntanse mecerse por el viento, mecerse dentro de la corola, mecerse ensartados en el cáliz de la flor. Siéntanse frágiles y fuertes al mismo tiempo, sientan esa dualidad que caracteriza al mundo tridimensional.

Siéntanse ahora el tallo de la flor. Esta parte, que nos llama menos la atención, pero que no es menos importante puesto que es esencial en la constitución de esa planta; siéntanse tallos, sientan cómo los jugos vitales suben y bajan, sientan los brotes, los nudos y las hojas insertas en el tallo; díganse a sí mismos: “soy un tallo de flor, sostengo la corola más hermosa que se pueda dar en la creación, soy el conductor de la energías de la madre tierra y también soy el transportador de las energías del sol; mi misión es realmente importante aunque no lo parezca, aunque humildemente pase muchas veces inadvertido”.

Ahora, salgan de la flor y vuelvan a ser ustedes mismos. Ha sido un pequeño ejemplo de cómo adentrarse en la flor. Vamos, ahora, a realizar la contraparte del ejercicio.
La flor se introduce en uno mismo.

Vuelvan a tomar la flor entre sus manos, ahí está, y ahora llévenla hacia su corazón y dejen que penetre en ustedes. Toda la energía que constituye esa flama se está fundiendo con toda la energía de su campo áurico y de su cuerpo de luz, de manera que la flor ya está dentro de ustedes. Y la savia de la flor y su sangre ya son una, de la misma manera, todas las características de hermosura y fuerza, de vitalidad y servicio que tiene la flor se funden con las de ustedes. Y la repuesta que como seres vivos están dando al cosmos es la misma y es una sola. Y ambos son una sola cosa, ya no se puede distinguir cuál es la flor y cuál es el ser humano. Esta es una alquimia, ésta es una magia, es una transmutación, donde energías biológicas aparentemente diferentes, vienen siendo una y la misma cosa.

Observen las repercusiones de este tipo de ejercicios y cómo los puede enriquecer, porque el hombre viene siendo ahora, frente a los ojos de las estrellas como una flor, tienen todos los atributos de la flor, toda la hermosura y todo el amor. Como consecuencia, si son tan hermosos, tan vitales, tan energetizadores, ¿Cómo puede caber algún pensamiento de menor autoestima en cada uno de ustedes?, no puede caber nada que menoscabe su gloriosa esencia.

Y así como es fácil verlo habiendo introyectado un objeto dentro de nosotros, de igual manera, repetir varias veces el ejercicio hace crecer al ser en la comunión del universo y en la autoestima más saludable y más perfecta.
Pues bien, esto es conocer. Naturalmente que el ejercicio puede hacerse con mayor detalle, escogiendo cualquier cosa que tengan a su alrededor y haciéndola su parte, introduciéndose ustedes dentro de ese objeto y luego haciendo que el objeto penetre en ustedes, y llegar a esa comunión, y llegar a esa perfecta unidad con todo lo creado. Eso es conocer, y eso es ir llegando poquito a poco a las esencias y poder conocerlas desde adentro, desde muy adentro.

Les recuerdo, para el mayor provecho de estas lecciones que hagan un pequeño resumen, en no más de diez renglones, en el que se expliquen lo que trató la lección y naturalmente que pueden empezar a hacer en sus meditaciones este tipo de ejercicios, van a ser muy provechosos, no a corto plazo, pero sí relativamente pronto van a obtener resultados realmente sorprendentes acerca de lo que es “conocer”.

EL CONOCIMIENTO ES UNO EN SÍ

Es muy importante que su mente terrestre vaya aprendiendo los diferentes modos de conocer todo lo que les rodea; es un falacia pensar que hay conocimientos fáciles, y conocimientos difíciles, conocimientos asequibles y conocimientos inasequibles, esa es una separación que hace la mente en la tierra.
Ya es el momento de que conozcan que el conocimiento es uno, es uno y sólo uno, tan profundo como ustedes quieran ahondar, tan alto y tan excelso como ustedes quieran alcanzar, tan dilatado como puedan ustedes lograrlo alcanzar.

Cuando la mente del hombre está en la carne, no puede tener una visión de conjunto de lo que es el conocimiento, por eso lo ve parcializado y dice: esto es física, aquello pertenece a la química, este concepto es de álgebra, aquél otro es de termodinámica, aquél de más allá es un idioma, etc., etc.; sin embargo, el conocimiento es uno, no hay ciencias, ni letras, ni artes por separado, todo es uno.
El cristal.

Vamos a hacer en esta clase un ejercicio para ir abriéndonos más y más, a lo que es el conocer, el conocer la esencia de las cosas, la esencia de lo creado, para que podamos después llegar a nuestra propia esencia. Visualicen en su pantalla mental un cristal como quieran hacerlo, puede ser un cristal de cuarzo, un diamante, una esmeralda gigante, un rubí, cualquier cristal del color que prefieran. Esta vez vamos a entrar en contacto con el reino mineral y vamos a seguir la misma técnica de la lección pasada.

Siéntanse el cristal.

Tomen su piedra, tomen su cristal, imagínenlo entre sus manos. Vamos, ahora, a hacer el ejercicio de la siguiente manera: internamente vayan siguiendo mis palabras, déjense guiar por ellas, vean el cristal y siéntanlo, y ahora díganse a sí mismos: “Yo soy este cristal, tengo una forma tallada en múltiples facetas, cada una de mis facetas destella brillos y luces refulgentes; tengo una textura suave, deslizante; la luz que despido atraviesa mis manos y mi cuerpo, mi cuerpo físico. Soy un hermosísimo cristal con un color brillante”.

Ahora, soy uno de esos rayos que fulgura, que desprendo como cristal, y me voy hacia el centro de donde emana todo y me encuentro vibrando en multitud de átomos, moléculas, partículas infinitesimales; estoy vibrando en armonía perfecta, estoy vibrando con las energías del planeta tierra, y mi vibración se refleja en el cosmos, y estoy vibrando como las estrellas, y mi vibración es exactamente la misma que la de las galaxias, estoy vibrando en la total armonía, en la perfecta conjunción de todo lo creado y de mi Creador.

Mi estructura interna de cristal es perfecta, cumple todas las leyes de la cristalografía, de la mineralogía, y todas las previsiones del ser que me creó. Tengo poderes, poderes excelsos, porque soy un vibrador de energías, y un canalizador de las mismas; además, puedo transformarlas, puedo transmutarlas, tengo el poder de cambiar mi misma estructura interna, siempre dentro de las leyes del cosmos y del Creador. Soy un cristal maravilloso, con una función espléndida y con una misión totalmente efectiva pero secreta, eso soy yo : cristal”.

Muy bien, salgan ahora del cristal y vuelvan a tomarlo entre sus manos; ya están afuera, capten la transformación que se operó en el cristal, y en ustedes mismos. Hagamos la segunda parte del ejercicio:
Introduzcan el cristal en su interior.

Tomen su cristal, y con mucho cuidado acérquenlo al plexo solar muy suavemente, dejen que ese chakra, como un imán, atraiga al cristal, dejen que la energía del cristal penetre dentro de ustedes, permitan que se haga uno con ustedes. Ya no lo sienten dentro de su cuerpo físico, porque se ha fundido con sus energías internas, hay una maravillosa transmutación. El reino mineral forma una parte importante del cuerpo físico humano, todos esos átomos de carbono, de litio, de fósforo, de calcio, etc. de que está compuesto su organismo, se funden con gran júbilo, con los átomos del cristal, la mayoría de ellos también son carbono, y puede que tengan otros muchos componentes como silicio, fósforo y otros; todos esos átomos se combinan, se enriquecen mutuamente, y ustedes ya están brillando en múltiples facetas, toda su energía interna y externa semeja un cristal, a la vez que el cristal se enriquece con su cuerpo emocional y mental, y el cristal siente, se goza y disfruta de este intercambio increíble.

Vamos a dejar ahora que el cristal vuelva a sus manos, para que lo depositen en su altar interno y lo puedan tomar todas las veces lo necesiten para armonizar sus energías, para armonizar toda su fuerza; vamos a dejar el cristal y ahora vean como de esas hermosas joyas empieza a brotar una luz que inunda su cuerpo etérico, y también el físico; observen una catarata de luz multicolor en todos sus cuerpos, escuchen su armonía, la notas de su cristal al derramarse sobre ustedes.

Esta es una fuerza que les ayudará siempre que la usen, además de haber dado un paso más en lo que significa conocer, ahora en el reino mineral.

EL ARTE DE INTERIORIZAR

Hemos estado hablando de lo que significa conocer a profundidad y estamos comprendiendo que conocer es algo más que leer definiciones en una enciclopedia, nos estamos dando cuenta que para conocer hay que penetrar y hay que dejarse penetrar.

Hoy vamos a dar un paso más, visualicen a un niño recién nacido, vean ese pedacito de materia física tan frágil, y con el poder para expanderse hasta su crecimiento natural, observen ese niño recién nacido, recién envuelto en los velos de la materia; pues bien, hoy vamos a conocer a ese pequeño niño en profundidad, en su esencia. Ya sabemos la técnica.

Vamos a tomar a ese bebé en nuestras manos, lo tenemos en nuestro regazo y con esa ternura característica que el ser humano tiene hacia sus crías, empecemos a observar cada una de sus partes físicas: su cabeza, sus brazos, sus manitas, su cuerpecito, sus piernas, sus menudos pies, véanlo, es como un copo de nieve encarnado, hecho carne, y todavía se siente la cercanía de su origen, de allá de donde vino en su parte espiritual.

Adentrándose en el niño.

Así como tenemos al bebé en nuestros brazos, así vamos a ir penetrando dentro de él, lo que va a penetrar es nuestra energía, este ejercicio también se puede hacer, podemos adentrarnos en el bebé por cualquiera de sus chakras y empezar a acercarnos a su centro, a su centro de conciencia, a esa maravillosa gruta que encierra la chispa divina.

Ya estamos dentro del bebé, nos estamos acercando a ese altar de cristal en cuya cúspide brilla la llama tripartita, ahí está la esencia, alrededor hay cuatro seres, obsérvenlos bien porque representan a los cuatro Maestros de los cuatro elementos, están ahí, sustentando y presidiendo las rápidas operaciones que sigue efectuando el niño para aclimatarse al planeta tierra.

Observen cómo la mente, el cuerpo mental de ese bebé no tiene filtros, no tiene juicios ni prejuicios, ni recuerdos, porque en el proceso de encarnar los recuerdos de vidas anteriores quedan relegados a un lugar oculto, podríamos decir que el niño es como una cera blanda en la que nada ha sido escrito, es una página en blanco que poco a poco va a empezar a contar una historia, vean como su corazón late en armonía con todo lo que le rodea, es una forma de irse anclando en su nuevo mundo, y está armonizado con todos los seres humanos especialmente con su mamá. Véanse todavía dentro de ese bebé, están ustedes como él, en blanco, vírgenes, puros, inéditos, deseosos de empezar.

Vamos a hacer un acto de alabanza a la divina presencia que está en ese altar del asiento de conciencia del niño:

“Yo te alabo divina presencia, y te bendigo por los siglos infinitos”.

Hagamos una reverencia, y salgamos de ese santuario interior y regresemos a nuestra posición, en donde tenemos al bebé en nuestros brazos.

Observen que ha cambiado el punto de vista, ya no vemos la diferencia entre un adulto y un bebé, y eso es conocer.

El niño penetra en nuestro ser.

Realicemos ahora la segunda parte de nuestro ejercicio, y observen que ésta también es una forma de aprender, tomemos al niño, acerquémoslo a nuestro corazón con mucho amor, con delicadeza, con cuidado, y vemos que esa energía limpia y pura va penetrando dentro de nosotros, ya tenemos al bebé dentro de nosotros, con un solo corazón para ambos, porque están fundidos en uno solo, y con el Creador.

Sientan el fluir de los ritmos vitales en perfecta consonancia, en perfecta unión, y en ese estado abran un pequeño paréntesis en su pantalla mental, y obsérvense cuando en su vida natural de un día cualquiera están irritados, tensos, disgustados, resentidos, abatidos, deprimidos, furiosos, o cualquier otro sentimiento con el que, a veces, se adornan. Vean por un instante, en esa comunión de esencias en la que están, cómo pueden darse esas situaciones que lo único que reflejan es una inmadurez, una inmadurez total, borren esas imágenes, puesto que también tienen una gran colección de imágenes bellas y agradables, cuando se comportan con toda honestidad consigo mismos y prestan servicios a cualquier persona y son asequibles, bondadosos y cariñosos.
Toma de conciencia

Pues bien, su propio estado de conciencia se ha enriquecido con el del bebé, en cierta forma se ha acercado más al Creador, se ha acercado más al planeta de las semillas humanas de donde provino la materia del bebé. Ahora vamos a traer de nuevo al bebé a nuestros brazos, ahí está.

Posteriormente podemos ir viendo detalle por detalle, todo lo que aprendimos y vimos desde adentro y eso va a hacer una riqueza y una fuerza que nos va a dar temple. Tenemos pues otro paso más en donde hemos dado las pautas para poder conocer en profundidad a un ser humano en su estado virginal y puro, de inicio de encarnación.

Hemos realizado en tres lecciones el mismo tipo de ejercicio trabajando con el reino mineral, el reino vegetal, y el reino humano, parece que esto ya nos da una idea clara del camino a seguir cuando queremos conocer en profundidad a alguna cosa o alguna persona; qué razón tiene ese dicho de : ¡ponerse en los zapatos del otro para saber cómo se siente, y cómo ve las cosas!, exactamente eso es conocer un poco más a fondo las esencias.

LA IMPORTANCIA DE FLUIR

Estamos tratando un tema sumamente importante en el desarrollo de un iniciado: el conocimiento del ser en profundidad. Hemos utilizado una técnica de aprendizaje que consiste en hacer un ejercicio que sirva de modelo para que luego los estudiantes puedan repetirlo con las variantes que gusten, de tal manera que puedan aplicarlo a muchos conceptos y a conocimientos de cualquier área, sea de la sabiduría que llaman ustedes espiritual, como de la sabiduría científica, como de la artística, como la sabiduría artesanal, y todas las demás divisiones y subdivisiones que tienen de lo que es el conocimiento, la ciencia y la sabiduría.

Recuerden que el conocimiento es uno y la sabiduría también es una, cuando hayan conseguido todo el conocimiento que actualmente existe en el planeta tierra y quede la esencia de cada uno de esos conocimientos, entonces puede decirse que alcanzaron la sabiduría.
La piedra

Síganme, por favor, en este ejercicio que vamos a realizar el día de hoy, siéntanse una piedra pequeña, una piedra que puedan guardar en sus manos, siéntanse esa piedra, véanse pequeños, más o menos redondeados con algunas partes un poco rugosas, es como si fueran una piedra de río.

Bien, ya cada uno es una piedra. imagínense estar situados en la cima de una montaña, junto con otros que como ustedes también son una piedra; ahí está el montoncito de piedras, rozado por la brisa, por la brisa pura de las alturas; en un momento dado, la brisa se va haciendo un poco más fuerte, un poco más fuerte, y ya es un viento, y empiezan a moverse las piedras, y empiezan a volar, y van rodando por la ladera de la montaña y se esparcen, se diseminan por la superficie de la tierra, y la inercia hace que la piedra siga rodando y sigue dando vueltas, no puede detenerse y rueda y rueda; en ese rodar, cae a un río, es un río impetuoso, es un río con rápidos, con remolinos, con gran fuerza, y estas piedras gozosamente se dejan llevar por la corriente, y siguen rodando, y suben y bajan, y giran y rápidamente siguen el curso del río. En un momento dado, el río se bifurca, y una parte del río penetra en la tierra y se convierte en un torrente subterráneo, y las piedras ahí van, siguiendo el curso del torrente interno. Esa vena de agua subterránea, lleva paso a paso a las cercanías del mismo centro del planeta, muy cerca de donde están las masas fundidas, de donde están las capas tectónicas, en donde el río se vaporiza y en ciertas partes necesita escapar al exterior en forma de géisers. Y ahí van las piedras, sintiendo ya el ardor de los cientos de grados de calor que hay en el centro del planeta. En un momento las piedras están como en un remanso, en un recodo, sintiendo el calor del centro de la tierra y la humedad del agua. La conciencia de las piedras puede verificar, observar todo lo que ha transcurrido desde el momento que estaban en la cima de la montaña, se han visto sujetas a los elementos, han obedecido las corrientes que les indicaban el camino, esas piedras se sienten realizadas, cumpliendo su misión.

Llega una corriente un poco más fuerte del río y las sigue arrastrando del lugar en donde se quedaron, y siguen su curso, calentándose extraordinariamente.

El cristal.

De nuevo, el río vuelve a separarse del centro de la tierra, y de repente desemboca en un lago subterráneo, un majestuoso lago en donde las paredes de la gruta y de la cueva formada, desprenden bellísimos destellos de luz blanca, es una mina de cuarzo, de maravillosos cristales; las piedras están extasiadas, nunca imaginaron que en las profundidades terrestres hubiera algo tan maravilloso y se acercan a la orilla y descansan ahí, en la orilla, contemplando tanta y tanta belleza, y cuando toman conciencia de sí mismas, y se miran unas a otras, ya no reconocen su forma original de piedra, ellas mismas están convertidas en cristales espléndidos.

Vamos a dejar a esas piedras-cristales en la cueva, cumplieron con su trayecto y cumplieron con lo que tenían que ser.

¿Cuál es la lección para nosotros? Cada uno de ustedes puede imaginar, puede pensar, puede meditar y observar lo que desee con este ejercicio que hemos realizado, y puede sacar sus propias conclusiones, pero quiero decirles algo, que cuando se trabaja desde la esencia, se cumple la misión, pase lo que pase y parezca lo que parezca, y que cuando se dejan fluir las cosas, son a veces mucho mejor de lo que se tenía planeado.

Por hoy será todo, mi bendición queda con ustedes. Que así sea.

CONOCIMIENTO DEL SER EN LA PRÁCTICA DIARIA

Hemos dado algunas ideas de cómo conocer diferentes aspectos de la creación, y algunos se preguntarán, ¿Cómo lo puedo hacer en un momento determinado, en medio de las cosas de la vida para conocer algo o a alguien en profundidad? y tienen razón en preguntarse, porque los ejercicios que hemos realizado necesitan tiempo de meditación y de soledad. ¿Cómo entonces conocer algo sobre la marcha?

Pasos a seguir:

Primero : necesitan haber practicado en suficientes ocasiones los ejercicios que ya hemos impartido, esto les va a dar mucha soltura y mucha facilidad para comprender, para entender, para observar y para sentir.

Segundo : como lo acabo de apuntar, observen el objeto o la persona que desean conocer, primero con esa mirada rápida que capta extensión, tamaño, forma, color y todas las demás características que ello tenga, eso se hace rápidamente, casi se intuye, después la observación ha de ser un poco más consciente, respondiendo a las preguntas ¿quién?, ¿qué?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué?. Esto el cerebro lo puede hacer también en breves instantes.

Tercero : si es una persona, dialogen con ella, y realicen los pasos anteriores internamente a la vez que escuchan lo que les dice. Mientras sus oídos perciben las palabras, con sus ojos observen los rasgos de la cara de la otra persona, observen sus ojos, su boca, da más información el movimiento de los ojos y el movimiento de la boca que las palabras mismas; ahí es cuando pueden darse cuenta si hay congruencia entre las palabras y lo que la persona misma siente, entre lo que quiere decir y lo que dice realmente, entre lo que pensaba decir y lo que manifiesta.

Porque como habrán observado, muchas veces el proceso de poner en palabras los pensamientos, no es tan fiel como nosotros quisiéramos, realmente el lenguaje viene siendo una limitación, porque el pensamiento es mucho más amplio, abarcante y extenso.

Después de haber observado y escuchado a su interlocutor, y también quizás de haber intercambiado algunos comentarios, se procede a buscar sentir, y pensar como esa persona; ver en su circunstancia, ver como ella ve, sentir como siente, también esto puede hacerse en breves momentos, de hecho lo han practicado cantidad de veces cuando se han relacionado con personas que aman mucho o con personas que les caen muy mal, inmediatamente adoptan los mismos sentimientos y actúan igual que la otra persona.

Pero ahora se trata de ser un observador del plano espiritual hacia las personas que nos rodean, cuando estamos conscientes de todo este trabajo interno es mucho más fácil llegar a conocer a una persona, el camino es más rápido, y las equivocaciones son menos frecuentes. Cuando ya pueden hacer todos estos pasos casi sin sentir y los están llevando a cabo, pueden decir que aprendieron a conocer, sin embargo aún falta hacerse unidad con esa persona.

Mientras son dos, hay dualidad y polarización, cuando se funden en una, se hace la armonía. Igualmente si quieren conocer un objeto se siguen los pasos de observación externa e interna, y también es interesante entablar un diálogo con la cosa inanimada, respondiéndose ustedes mismos como si fuera el objeto el que respondiera, pueden hacer la prueba, y encontrarán algunas respuestas muy interesantes.

LEY DE ATRACCIÓN Y REPULSIÓN

Hoy les voy a hablar de una ley que ya conoce la ciencia, que manejan los físicos en la tierra. Imaginen que están viendo su pantalla mental en blanco, tracen una línea horizontal del color y del grueso que ustedes quieran, nada más nos va a servir de referencia. Pongan ahora en el centro un globo, es para hacer grande y tangible una gota pequeña, pero vamos a verlo ahora del tamaño de un globo; ahora tomen otros dos globos de diferente color al primero, y júntenlos con el primer globo, de tal manera que los dos globos que están añadiendo, queden por debajo de la línea que pintaron, y formen con el primero un triángulo.

La molécula de agua

A algunos ya se les ha ocurrido algo que existe en el planeta con esa distribución, exactamente, es una molécula de agua, los tres globos van a representar tres átomos, el globo superior será el átomo del oxígeno, y los dos globos que añadimos formando el triángulo, serán cada uno un átomo de hidrógeno. Lo hemos puesto tan grande, porque en su plano físico el ojo humano no tiene la capacidad de ver una molécula de agua, así como la estamos visualizando en la pantalla mental.

Veamos ahora qué es lo que hace que los tres átomos, esos tres globos, se mantengan firmemente unidos sin perder la forma de triángulo, y aunque se junten con otras moléculas, con otros conjuntos de tres, siguen permaneciendo con la misma fuerza de unión. ¿Qué es eso que los mantiene fuertemente unidos? ahora ya no importa si los voltean para arriba, para un lado o para abajo, siempre están firmemente unidos, siempre y cuando no se sometan a alguna acción exterior que de alguna manera destruya esa fuerza de unión.

Atracción-Repulsión

Pensemos en el estado natural de esa molécula de agua, la fuerza de cohesión con que se atraen precisamente esos átomos, es lo que hace que se mantengan unidos, es la atracción. Sin embargo en su dualidad, existe también una fuerza de equilibrio que es la de repulsión, ésta es la ley física conocida como la ley de atracción y repulsión.

Cuando queremos conocer en esencia a un ser, a una de las maravillosas creaciones del Padre, nos encontramos que se aplican en éllas estas fuerzas, Al querer entrar en el dominio más interno, en donde radica la esencia de cada creación, nos encontramos con esa fuerza aglutinante, que atrae y cohesiona los elementos afines para que la manifestación de esa esencia, esté en el plano que le corresponde, y produzca los efectos para los que fue creada.

Vean ahora a toda la humanidad, vean cómo cada ser humano es una molécula, vamos a verlo en una forma simplista, para poder captar mejor la enseñanza, veamos a cada ser humano como una molécula formada por la cohesión, la atracción de grandes átomos, los cuales tienen diferentes funciones y diferentes actividades. Todas esa moléculas humanas también obedecen a las leyes de atracción y repulsión entre sí, con lo cual se crea un equilibrio bastante estable entre las fuerzas humanas y las fuerzas cósmicas que junto con las mareas astrales mueven a los hombres.

Ahora se puede ver más claro lo que es una escuela espiritual, no es más que la atracción y la unión de varias moléculas humanas que se fusionan y se atraen para un fin común, pero un fin no sólo material, sino espiritual, y que puede llegar a planos mucho muy elevados. Así mismo una familia, y hay muchos ejemplos de lo que puede hacer la afinidad y la atracción entre los seres humanos, todas las grandes empresas que ha realizado la humanidad, han tenido trascendencia cuando se han juntado y se han atraído muchos seres con un fin común.

Esta ley de atracción supone que la esencia de cada una de esas moléculas tiene una cierta afinidad con las demás, o bien de tal manera es diferente y opuesta que por ley de compensación, también se pueden unir, y también se puede atraer. ¿Qué queremos decir con todo esto?, si tratamos y logramos conocernos a nosotros mismos en nuestro ser más profundo, y en todas nuestras manifestaciones, va a ser mucho más sencillo conocer a los demás, porque las afinidades o las repulsiones están dentro de nosotros mismos; por consiguiente, si queremos conocer a un ser humano, no importando su grado de cultura, de vida social, de trabajo, de estado económico, etc., etc., lo podemos hacer; porque al empezar a tratarlo, cualquiera de estas dos leyes se va a manifestar, o la atracción o la repulsión, y las dos las podemos encontrar en el centro de nuestra propia esencia y las podemos trabajar para llegar a conocer a ese otro ser, y para poderlo unir y formar todos juntos el cuerpo de manifestación del Adam Kadmon de las eras posteriores que seguirán a la presente era de Acuario. Hay mucho entre líneas para que ustedes estudien, observen, comparen, se vean a sí mismos, y puedan explicarse con mayor profundidad todas las claves que han dado todos los seres iluminados que han venido a la tierra.

Cuando se les dijo "ama al prójimo como a ti mismo", primero debes conocerte a ti mismo, y así, en profundidad, sabiendo que estás sujeto a diferentes leyes, a diferentes fuerzas y sabiendo también que tú las puedes manejar. Y el secreto está en el grado de conciencia.

Estudien y mediten cuidadosamente para que puedan integrar dentro de sus mentes y de sus corazones todo lo que están recibiendo.

EL DISFRAZ DE LA ESENCIA DIVINA

El gran sol

Hubo una vez un gigantesco sol que destellaba e iluminaba todos los rincones del universo, y sus rayos llegaban a distancias inimaginables. En la propia evolución de ese sol, empezaron a desprenderse chispas de él mismo con conciencia, y empezaron saltar en todas direcciones preciosas chispas, con muchos destellos, con muchos brillos, sublimes y con plena conciencia de su esencia solar y divina.
El recorrido de las chispas

En su recorrido empezaron a revestirse de diferentes energías solares que rodeaban su camino, y eran plenamente conscientes de que se estaban envolviendo en una energía un poquito menos brillante de la de su sol. Esa era la idea, que fueran asumiendo, que incorporaran otras energías a su esencia solar.

Y sucedió que fueron viajando y a la vez encontrando otros tipos de vestiduras que iban añadiendo a las anteriores, y era un disfraz sobre otro disfraz, hasta que llegó un momento que las mismas chispas no podían reconocerse unas a otras, tan cambiadas estaban, su manifestación externa era completamente diferente. Sin embargo la esencia de todas ellas, seguía siendo la luz solar.
El origen de la humanidad

Y después de muchos eones de tiempo, estas semillas de luz totalmente disfrazadas, fueron sembradas en el planeta tierra, y de ahí surgió la humanidad, con este destino maravilloso de ir dejando cada uno de los disfraces, cada una de las vestiduras, para volver a ser esa chispa de sol y volverse a integrar a él, habiendo adquirido gran experiencia y sabiduría en ese camino de descenso y de regreso.
El ser interno

Cuando hablamos del ser interno, estamos hablando precisamente de esa luz con conciencia, de esa esencia, que es energía muy pura y sutil, que es la misma esencia del creador. Cada ser humano que despierta esa conciencia, que se sabe y se siente así, que se siente brillar, arder y quemar a todo lo que le rodea, que desprende de sí constantemente ese aroma y ese humo de incienso, es una alabanza a todas las creaciones superiores, especialmente a su Padre Solar.
El despertar de la conciencia

Cuando se despierta esa conciencia, se acaban absolutamente todos los problemas del plano tridimensional, el dinero y las posesiones dejan de tener sentido, la salud viene como una consecuencia natural de la fuerza interior, la sabiduría espiritual, colma todas las lagunas de ignorancia y se manifiesta externamente. Y así, el conocerse cada uno así mismo, en ésta su verdadera y esplendorosa esencia, hará que los problemas que tienen con su familia, con sus colegas de trabajo, con sus superiores, con sus subordinados, con sus amigos, con sus vecinos, con todos aquéllos que les prestan servicios o ustedes se los prestan a ellos, ya no tengan la misma fuerza. No habrá otro ser humano, chispa disfrazada, que no puedan ustedes reconocer, que no puedan ustedes amar, que no puedan ustedes comprender, que no puedan ustedes volcar en ellos todo lo que están sintiendo como seres espirituales de conciencia despierta.

Vivir en conciencia de lo verdadero

Traten de vivir aunque sea cinco minutos al día en esa espléndida conciencia de luz, que brota a raudales, que se expande con toda generosidad hacia el infinito y llega hasta los confines más lejanos de su galaxia, siéntanse aunque sean cinco minutos en esa conciencia, para que poco a poco puedan extender este estado de suma plenitud a todas las acciones cotidianas. Conózcanse a sí mismos como lo que realmente son, y vean en todos los demás lo que también ellos realmente son.

Muchas iglesias de la tierra pregonan que todos los seres humanos son hermanos, es una buena analogía; en realidad, son mucho más que hermanos, son chispas del mismo sol, brillan igual, su esencia es la misma, son uno mismo todos, todos son uno.

Les voy a dar mi bendición, deseando que todos los disfraces de su chispa divina, vayan siendo dejados a un lado para que pueda brotar esa esencia que está pidiendo a gritos manifestarse en la tercera dimensión.

LA ESENCIA DE TODO ES EL AMOR

La esencia del fuego.

¿Cuál es la esencia del fuego?, la esencia del fuego es amor, porque eso es lo que hace que arda, ilumine, caliente, vibre, se comunique, todo es por la fuerza del amor. Es un amor que se manifiesta en forma abrasadora, ardiente, fuerte, pero es amor.
La esencia del agua

Y ¿cuál es la esencia del agua?, es amor, por amor forma un ser, un ser cohesionado que se amolda siempre a cualquier espacio, y fluye siempre que tiene oportunidad de hacerlo, se brinda siempre sin egoísmos y sin partidismos. El agua es amor, es el amor que fluye, el amor que refresca el amor que entona, y vivifica.
La esencia del aire

¿Cuál es la esencia del aire?, también es el amor, hasta los vientos y huracanes, hasta las ráfagas más fuertes, están llenas de amor, los vientos suaves son las caricias de los átomos que vibran y se expanden por todo el planeta tierra, para acariciar a todos los hijos de Dios; las rachas fuertes están llenas de amor, para barrer y limpiar, para comunicar rápidamente, para envolver a todo el planeta en la sutilidad de las vibraciones superiores.

Como podrán adivinar, la esencia de la tierra es amor, vean a su madre tierra, con qué amor se da, con qué amor los cobija, con qué ternura atiende a cada ser vivo que está en ella, a cada ser que vibra al unísono con ella. Si seguimos repasando todo lo que nos rodea, absolutamente todo tiene una esencia y se puede reducir a esa palabra: Amor.
La esencia de Dios

¿Cuál es la esencia de Dios?, AMOR, es ese amor que se derrocha, que se da sin medida, que no hace distinción de personas ni de cosas, es ese amor que se vuelca, es ese amor que como catarata, inunda los lagos y regocija el corazón del hombre, es como esa lava volcánica que sale a presión y con la fuerza de su mismo corazón para cubrirlo todo, con esa capacidad fecundante de lo que ha sido tocado por el fuego y las cenizas.

La esencia de Dios es amor, ese amor que es música, que es esa vibración, esa sinfonía eterna, esas notas que descienden desde su propia naturaleza hacia toda su creación, buscando en cada una de sus criaturas esa otra nota que vibre, que encaje con la sinfonía de Dios. Y ese amor de Dios es la poesía, es el ritmo, es esa vibración cantarina del poder de las palabras que hacen lo que dicen, y realizan en toda su extensión el sentido exacto de cada palabra armoniosa.

La esencia de Dios es el amor, es un amor lleno de sabiduría, lleno de conocimiento, lo expresamos así para poder analizar despacio todo lo que ello significa, y en realidad el amor de Dios tiene todos los atributos, todas las cualidades y toda la fuerza que puedan ustedes imaginar. Y sigan viendo cómo el amor de Dios que es su esencia, fluye a través de los hilos conductores, a través de los cuales tiene contacto con cada ser creado de todos los mundos, y todas las galaxias, y todos los soles, y todos los universos, y todos los planetas y todas la cosas creadas.
Es un amor sin arrepentimiento, porque su esencia es eso, amar, dar, gozarse en su creación en cada una de sus criaturas.

La forma de amar de Dios

Dios ama hasta el grado de permitir equivocaciones que sirven de lecciones para que aumente el grado de conciencia, y es un júbilo mayor cuando cada ser de su creación, aprende la lección y regresa de nuevo a ese corazón inflamado de amor, el corazón de Dios, con una mayor comprensión de lo que es Dios.

Sí, en efecto, es para perderse en ese enunciado, déjense llevar por ese imán que los atrae irreversiblemente, déjense atraer, déjense integrar al corazón mismo, a la esencia misma de ese maravilloso ser que llamamos Dios. Entren y hagan su morada permanente ahí, sus manifestaciones terrenas no son más que esas salidas de casa para prestar servicios a los demás, pero la morada real, la morada verdadera, la casa única está en el mismo centro del corazón de Dios, y esa casa es todo amor.

En esta ocasión los voy a dejar en este maravilloso lugar, cada quien va a poder regresar al planeta para su servicio, cuando quiera y como quiera, pero sepan de una vez por todas que su morada verdadera está en el corazón de Dios.

LOS INICIADOS SON LA SAL DE LA VIDA.

Vimos anteriormente, cuál era la esencia de Dios. ¿Cuál es la esencia del ser humano? Están acostumbrados a oír que el ser humano es un ser de luz, y esta frase ya no tiene la virtud de hacerles latir el corazón más rápido, porque ya se acostumbraron a ella, sin embargo es una verdad que llegará un momento a ser comprensible y demostrable por los métodos científicos humanos.
La esencia del ser humano

El ser humano es un ser de luz, y ¿cuál es su esencia?, su esencia es el amor, porque es una imagen del creador, es un ser destinado a asumir la materia y divinizarla para llegar a fundirse con Dios.
Las palabras de Jesús

Voy a recordarles unas palabras que están en un libro sagrado, Jesús dijo: Vosotros sois la sal de la tierra, y si la sal se torna insípida, ¿quién le devolverá el sabor?, vosotros sois la luz del mundo, pero si esa luz se apaga, ¿Cómo podrá encenderse de nuevo?.

De la misma manera un discípulo es el fermento de la masa. Para que el pan salga esponjado y suave necesita tener un fermento, una levadura, no importa qué pequeño granito sea la levadura, pero levanta a toda la masa. Los iniciados que están viviendo en la tercera dimensión, son nuestros enviados, son nuestros contactos, y son la sal de la tierra, y son esa luz, y son ese fermento, todo ello alimentado por su propia esencia que es el amor.

Si la sal se vuelve insípida, es equivalente a que el amor está siendo mal utilizado, se está convirtiendo en algo no fecundo, en algo no creativo, eso es que la sal se vuelva insípida. En el interno del ser humano, trabajan muchas energías de naturaleza encontrada y justamente esa es la lucha y ese es el esfuerzo por cambiar todas las que son de aspecto denso, para que se conviertan en energías sutiles, espirituales, brillantes y hermosas, esa es la misión, ese es el esfuerzo que hay que ponerle.
El uso del amor

Si el amor que está dentro del ser humano, puede malbaratarse y puede usarse en formas poco correctas, también puede agrandarse, acrecentarse y manifestarse en todo su esplendor, hay muchos libros escritos en el planeta que hablan del amor, del amor en todas sus fases y representaciones, el amor hacia uno mismo y hacia los demás desde los puntos de vista psicológico, social, moral, personal, y todo lo que dicen se cumple ciertamente.

Cómo llenarse de Amor

Nada más que un discípulo de la verdad debe ser ese ser que se llena todos los días de amor, para que su esencia sea alimentada, ¿y cómo hace eso?, a través del contacto con el Padre, a través de sus meditaciones, a través de su contemplación, a través de sus oraciones; y después de haberse llenado cada día, empieza a desbordar, en el desgranar de las horas y de los minutos, todo ese amor, toda ésa su propia esencia, que mientras más se da, más se concentra, más se purifica y más se acrisola.
Regla: Amar y dar lo que se desea recibir

No tengan miedo de amar a todos, en todos los países, razas y naciones, así como en el vecindario y en las relaciones más cercanas, amen, amen sin medida. Hay una regla muy práctica: amen y den todo lo que les gustaría recibir, y que les dieran, amen como iniciados, no es la recompensa terrena lo que se busca sino cumplir con ese fluir de energías desde los planos más altos hacia toda la humanidad doliente del planeta tierra.

Quisiera que mis palabras las estudiaran con cuidado, y que empezaran a vivirlas con intensidad, con fuerza, el mayor número posible de minutos de su vida; de hecho ustedes ya saben hacerlo, ya tienen muchos momentos de expansión generosa de su corazón lleno de amor, háganlo extensivo en espacio y en tiempo para que realmente el planeta se empape del amor del Padre a través de sus hijos los iniciados.

Dejaré aquí mis palabras, porque deseo que mediten profundamente en esto que les he dicho, benditos sean por siempre, que así sea.


💗



Extraído : “ COMUNICACIÓN CÓSMICA”
Allende 1107 Oriente. Monterrey N.L., MEXICO. Código Postal 64000.1
Tel: (8)- 3-43-41- 57 Apartado Postal: 2097 Inicio: 25 de junio de 1993 fin: 27 de agosto de 1993






No hay comentarios:

Publicar un comentario