TEORÍA CAYCEDIANA DE LOS CINCO SISTEMAS VIVENCIALES DEL SER



Para Sofrología Caycediana, el ser humano dispone de cinco sistemas de integración (o sistemas isocay), que estarían a la base de manifestaciones de origen psicosomático y que se estimulan durante el entrenamiento de la Relajación Dinámica de Caycedo.

Los sistemas, que significa, agrupar” “composición o reunir de manera organizada. De forma general definimos sistema como el conjunto de elementos relacionados entre sí funcionalmente, de modo que cada elemento del sistema es función de algún otro elemento, no habiendo ningún elemento aislado.

Según el Dr. Caycedo, el cuerpo, la mente, la consciencia, y el alma son una sola y misma cosa llamada “ser humano”. Estos cuatro componentes forman una unidad indisoluble durante la vida del hombre. En esta unidad existencial, el ser humano dispone de cinco sistemas. Se les denomina sistemas ISOCAY (integración de la sofrología caycediana) debido a que son sistemas de integración propios de la Sofrología Caycediana.

A éstos sistemas, o sistemas isocay, se les denomina sistemas de integración vivencial, porque en ellos confluyen de igual manera tanto los componentes psíquicos como físicos del ser humano. Es un hecho establecido que tanto el cuerpo como la mente están en interrelación y que alteraciones en nuestro cuerpo influyen en nuestro funcionamiento mental (alteraciones somatopsíquicas) de la misma manera que problemas mentales influyen en nuestro cuerpo (alteraciones psicosomáticas).

La teoría de los sistemas vivenciales del ser subraya que en cada uno de los sistemas ISOCAY confluyen las estructuras esenciales del ser humano, entre ellas, el cuerpo y la mente. Así, desde el punto de vista patológico, las enfermedades “psicosomáticas” podrían situarse en dichos sistemas.

Los sistemas son los siguientes:


Primer sistema: comprende las estructuras anatómicas de la cabeza y de la cara, con un espacio de interacción a nivel de la frente .
En éste primer sistema podemos agrupar algunas alteraciones “psicosomáticas”, por ejemplo: la cefalea tensional, la migraña, el bruxismo, ciertos tics, alteraciones de la visión, audición, olfacción o gustativas de origen psicosomático.

Segundo sistema: Comprende las estructuras anatómicas del cuello, de la nuca y de la parte externa de las extremidades superiores. Incluye la región deltoidiana, la región posterior del brazo, del antebrazo y de la mano. Dispone de un espacio de interacción a nivel de la tiroides.
En éste segundo sistema podemos agrupar algunas alteraciones “psicosomáticas”, por ejemplo: tensión de los músculos de la nuca, la disfagia, la tos .

Tercer sistema: Comprende las estructuras anatómicas del tórax y de la parte interna de las extremidades superiores. Incluye la región axilar, la región anterior del brazo, del antebrazo y de la palma de la mano.
Dispone de un espacio de interacción a nivel del externón
En éste tercer sistema podemos agrupar algunas alteraciones “psicosomáticas”, por ejemplo: alteraciones cardiovasculares, (patología coronaria e infarto de miocardio, la hipertensión esencial) alteraciones respiratorias (hiperventilación, asma). Dolor de espalda o de las extremidades superiores sin etiología
orgánica.

Cuarto sistema : Comprende las estructuras anatómicas de la región abdominal. Incluye la parte superior de la región umbilical, la región Epigástrica y todos los órganos internos de esta región. Dispone de un espacio de interacción a unos 4 cm. por encima del ombligo.
En éste cuarto sistema podemos agrupar algunas alteraciones “psicosomáticas”, por ejemplo: trastornos gastrointestinales como, síndrome del colon irritable, úlcera péptica, la enfermedad de Crhon colitis ulcerosa, náuseas, vómitos o intolerancia de diversos alimentos.

Quinto sistema : Comprende las estructuras anatómicas de la región del bajo vientre. Incluye la parte inferior de la región umbilical, el hipogastrio, los órganos internos y las extremidades inferiores. Dispone de un espacio de interacción a unos 4 cm. por debajo del ombligo.
En éste quinto sistema podemos agrupar algunas alteraciones “psicosomáticas”, por ejemplo, trastornos sexuales, dismenorrea, polaquiuria, dolores en las extremidades inferiores o problemas en la marcha sin etiología orgánica.

Podemos ver que el ser humano es una unidad bio-psico-social. Esta unidad es estudiada y vivida en Sofrología como un “todo” compuesto de “sistemas












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